Hoy quiero daros algunos consejos para conseguir una alimentación con un mayor aporte de nutrientes y energía, ya que en determinadas situaciones es necesario enriquecer la dieta para que menor cantidad de alimento sea capaz de aportarnos todo lo necesario para cubrir nuestros requerimientos nutricionales.
Existen determinados momentos de la vida en los que podemos sufrir un proceso de desnutrición, debido a una falta de apetito o a la imposibilidad de comer por diferentes circunstancias. Los grupos que tienen mayor riesgo de desnutrición son las personas mayores, los niños y personas que padecen determinadas enfermedades.
Así, en personas mayores por ejemplo es muy común la disminución del apetito, lo que puede llevarlos a que cada vez tomen menos cantidad de alimento y por tanto a una situación de desnutrición y de deshidratación.
Otra causa que puede provocar desnutrición es la disfagia, que es la dificultad para tragar que puede producirse en determinadas enfermedades, como algunos tipos de cáncer, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), o muy común también en las personas mayores. Las personas que sufren disfagia tienen dificultad para tragar los alimentos, pudiendo ser esta dificultad a tragar alimentos sólidos, líquidos o a ambos, dependiendo del tipo de disfagia y de la gravedad. En otro momento os hablaré más detenidamente sobre esto, hoy sólo quiero que conozcáis las diferentes causas que pueden provocar desnutrición.
Como se ha apuntado antes, el cáncer es otra enfermedad que puede llevar a problemas de desnutrición, debido a los tratamientos tan agresivos que se necesitan para la recuperación, a las complicaciones de determinados tipos de cáncer (cáncer de estómago, de esófago, de mandíbula…) o simplemente debido a la disminución del apetito producida por el desánimo que esta enfermedad puede causar.
Estas son algunas de las situaciones que pueden llevar a sufrir desnutrición y en las que, por tanto, es necesario aumentar el aporte energético o de determinados nutrientes, como las proteínas, que suelen ser el nutriente que presenta más deficiencias. Por tanto, en estos casos hay que conseguir que en la cantidad de alimento que la persona tolere vayan incluidos el máximo de nutrientes necesarios.
Para ayudaros a enriquecer de forma natural vuestros platos en el caso de que sea necesario me he basado en las recomendaciones de la Sociedad Andaluza de Nutrición Clínica y Dietética (SANCYD). Aquí os dejo algunos alimentos e ideas de cómo usarlos para enriquecer las dietas:
-Leche en polvo: Se puede usar añadiéndola a la leche, en la preparación de batidos (con fruta fresca o en almíbar), postres, sopas, o tomarla como bebida con cereales o con cacao en polvo. También se puede añadir en una salsa bechamel a platos como verduras, pastas o patatas.
-Queso: Podemos usarlo rallado o fundido para preparar tortillas, purés de verduras, sopas, cremas, pastas, crepes, etc. o troceado en ensaladas o en bocadillos.
-Yogur: Se utiliza en la preparación de batidos con fruta, en desayunos con cereales, frutos secos y azúcar, también suele añadirse a salsa para ensaladas (por ejemplo en la ensalada de espinacas con salsa de yogur de la que os hablé en esta entrada). Se puede enriquecer con leche en polvo o leche condensada.
-Huevo: Podemos añadirlo troceado en ensaladas, sopas o verduras, batido en purés de patata, sopas, cremas, salsas, batidos de leche o helados. Se pueden incorporar claras batidas o huevo entero batido a rellenos de tartas de verduras, bechamel, etc., y también claras y postres como flan o natillas.
-Carne y pescado: troceados en platos de verdura, ensaladas, guisos, salsas o sopas. Como relleno en tortillas, patatas al horno, berenjenas, calabacines, etc. En potajes, cocidos de legumbres, etc. También se pueden añadir a los purés de forma triturada.
-Aceite y grasas: Podemos añadir un chorrito de aceite de oliva virgen extra en crudo al plato, además de poder usar aguacate, un chorrito de nata líquida o un poco de mantequillapara todo tipo de purés (verduras, cereales, carne, pescados, huevos), a salsas y a postres.
-Frutos y frutas secas: Troceados, o en crema como complemento en salsas, guisos y ensaladas, tostadas o untados en fruta
Una buena opción de platos donde es fácil añadir una gran cantidad de alimentos son los purés y las papillas. Por ejemplo, la típica papilla que se les da a los niños pequeños de fruta con leche o yogur y con unos copos de avena es una opción bastante completa y fácil de tomar. También podemos hacer batidos con estos ingredientes, incluso añadirles unos frutos secos o una crema de frutos secos. Igualmente, en la versión salada encontramos los purés, a los que se les puede añadir prácticamente cualquier alimento: verduras, carnes, pescados, cereales…
Estas son algunas ideas de cómo usar diferentes alimentos para enriquecer nuestros platos, adaptándolos siempre a las posibilidades de masticación de la persona, ya que lógicamente un niño pequeñito o una persona mayor con disfagia no va a poder tomar alimentos muy duros o con diferentes texturas, por lo que serían más recomendables los purés, cremas y papillas.
Hay que tener en cuenta además que generalmente las personas que pueden presentar problemas de desnutrición también van a presentar deshidratación, por lo que no hay que olvidar incluir una correcta pauta de hidratación, tanto mediante la comida como con la ingesta de agua. En algunos casos de disfagia, la dificultad para tragar se presenta con los alimentos líquidos, por lo que sería necesario espesar el agua y los alimentos líquidos como los caldos.
Todos estos trucos para enriquecer los platos hacen posible que las personas con riesgo de desnutrición puedan alimentarse de la forma más tradicional posible, intentando que el acto de comer sea lo más agradable que se pueda. No obstante, en casos más extremos, en los hospitales y centros de salud se pautan suplementos nutricionales, que ayudan también a alcanzar los requerimientos nutricionales necesarios.
Por tanto, cuando se detecte un problema de gran pérdida de peso que pueda llevar a una desnutrición lo primero es consultar a los profesionales sanitarios (dietistas-nutricionistas, médicos…). Ellos sabrán orientarnos y dirigirnos de la mejor forma posible.
Este tema del enriquecimiento de dietas y los problemas de desnutrición es muy amplio, por lo que sé que habré dejado bastantes temas por tratar y por aclarar. Por eso, os pido que cualquier duda que os haya quedado, o cualquier cosa sobre la que queráis ampliar información estoy a vuestra completa disposición, como siempre.
Espero que os haya servido de ayuda y os haya gustado.
¡Nos vemos pronto!