¿Estás yendo a un nutricionista para que te ponga a dieta? ¿Tienes a alguien en el hospital y le ha visitado el Servicio de Nutrición clínica o tú mismo has acudido a este servicio en algún momento? No sé si alguna vez te has preguntado qué estudios tiene toda esta gente… ¡muchos no son dietistas-nutricionistas!
Son muchos los lugares en los que podemos encontrar servicio de nutrición y dietética (herbolarios, farmacias, clínicas privadas, hospitales…). Sin embargo, no en todos estos sitios el personal encargado de este servicio es dietista-nutricionista.
Para empezar, quiero dejaros la definición de Dietista-Nutricionista. Según la Conferencia de Consenso del Perfil Profesional del Diplomado en Nutrición Humana y Dietética:
“Un dietista-nutricionista es un profesional de la salud, con titulación universitaria, reconocido como un experto en alimentación, nutrición y dietética, con capacidad para intervenir en la alimentación de una persona o grupo, desde los siguientes ámbitos de actuación: la nutrición en la salud y en la enfermedad, el consejo dietético, la investigación y la docencia, la salud pública desde los organismos gubernamentales, las empresas del sector de la alimentación, la restauración colectiva y social”.
Queda claro que para ejercer esta profesión se necesita una titulación universitaria, concretamente la Diplomatura o el Grado en Nutrición Humana y Dietética. Pero cuando salimos a la calle, la realidad es otra bien distinta.
Desgraciadamente esta profesión se presta mucho al intrusismo laboral, ya que la nutrición es un tema del que todos creemos que sabemos, y por tanto, todos podemos hablar sobre esto. Así, es muy sencillo encontrar herbolarios, clínicas privadas, etcétera, donde vemos “Servicio de nutrición” y no sabemos que en muchos casos, las personas encargadas de estos servicios tienen muy poca formación académica en Nutrición Humana y Dietética, simplemente han hecho un curso de unos cuantos meses y han tenido la suerte de encontrar un empleo que debería pertenecernos a otro tipo de profesionales, es decir, a los dietistas-nutricionistas.
Pero no os penséis que esta situación sólo la encontramos en estos sitios, porque si vamos a nuestros hospitales de sanidad pública la situación no es mucho mejor. Aquí, el puesto del dietista-nutricionista lo cubren médicos, personal de enfermería, veterinarios y farmacéuticos. Yo personalmente pude comprobarlo durante mi estancia de prácticas en un hospital público, en las que al finalizar tenía que entregar un cuaderno y una de las preguntas que tenía que responder era: “papel del dietista-nutricionista en el centro”. Lógicamente, a esto tuve que responder que no teníamos ningún papel, ya que este puesto lo cubrían médicos y enfermeras.
Hay que decir, que estos profesionales sanitarios no incluyen la formación necesaria sobre nutrición en sus estudios y que por tanto, al igual que yo no puedo coger una vía para poner un suero, no puedo operar a corazón abierto, ni puedo elaborar un medicamento, ellos no pueden dar asesoramiento dietético ya que no tienen la formación necesaria. No pongo en duda que en su campo sean auténticos profesionales, incluso que algunos tengan una buena formación en nutrición adquirida por los años de experiencia, pero siguen ocupando un puesto de trabajo que nos pertenece a los dietistas-nutricionistas.
Por todas estas razones, quiero haceros reflexionar con las siguientes conclusiones:
-Si necesitas asesoramiento dietético y decides ir a alguna clínica, herbolario, farmacia, etcétera, pregunta delante de quien te estás sentando. Pide que sea dietista-nutricionista, porque somos los que de verdad estamos formados para dar ese servicio, un servicio personalizado para cada caso. No dejes que te engañen y te trate una persona que no está preparada para llevar ese puesto, igual que no dejarías que el dependiente de una tienda te tratase ese dolor de muelas tan horrible.
-Cuando en un hospital público veas la Unidad de Nutrición clínica sé consciente de que esos profesionales no están formados para tratarte nutricionalmente. Esto es una lucha que poco a poco estamos consiguiendo: formar parte de la sanidad pública, como profesionales de la salud que somos. Tenemos que conseguir que se nos de la importancia que tenemos (si os interesa puedo hablaros en otro post de las funciones del dietista-nutricionista).
Para terminar, sólo quiero daros las gracias por leer este post y pediros que si os ha gustado lo compartáis, para que esto llegue al máximo de personas posibles, porque entre todos podemos conseguir que esta situación cambie, y que si vamos a consultar a un profesional de la nutrición tengamos claro que nos va a dar el mejor servicio posible, porque es de verdad un profesional en esto.
Muchísimas gracias a todos y hasta la próxima.
6 Comments
[…] se defiende nuevamente la importancia de esta profesión en la sanidad pública, como comenté en esta entrada, y por otro lado muestra el testimonio de personas que han padecido o padecen esta enfermedad y que […]
[…] nuestro lugar en la sanidad pública lo siguen ocupando todos menos nosotros, como ya comenté en esta entrada y como vosotros mismo podréis comprobar si buscáis información sobre este […]
[…] nuestro lugar en la sanidad pública lo siguen ocupando todos menos nosotros, como ya comenté en esta entrada y como vosotros mismo podréis comprobar si buscáis información sobre este […]
En lo que me afecta, soy Técnico Superior de Dietética en el servicio de Nutrición y Dietética de un Hospital Público y perfectamente capacitado, como no podía ser de otra manera, para ejercer mis funciones. No reniegues de tus orígenes…
Buenas noches Luis. Siento si te has sentido ofendido en algún momento, pero para nada me refiero a los técnicos cuando hablo de intrusismo. Estáis totalmente cualificados para ejercer como dietistas, eso no lo pongo en duda ni lo he puesto nunca.
Respecto a lo de los orígenes no lo he entendido muy bien. Yo soy dietista-nutricionista, no he hecho la técnica sino la carrera universitaria.
Espero haber aclarado el tema y de nuevo te pido disculpas si te has sentido ofendido, no era mi intención.
Un saludo
[…] final, todo se resume en lo mismo: intrusismo en el ámbito de la nutrición. Intrusismo que al final a quien termina perjudicando es a la población, ya que nos ponemos en manos de […]